La masiva incorporación de la mujer a los sistemas educativos y, especialmente, a sus niveles más elevados, permite pensar en su inminente y generalizado acceso a puestos labores altamente cualificados. Esta apreciación cobra un nuevo sentido si, con el nuevo modelo denominado “economía del conocimiento” que nos incita a pensar que los más preparados, los más informados y, en definitiva, los que manejen mejor el conocimiento serán los protagonistas activos del progreso económico.
Quien tiene acceso al conocimiento así como quien posee la información, se encuentra en una posición privilegiada para ocupar puestos de gran responsabilidad, teniendo la oportunidad de participar en la toma de las decisiones más transcendentes de su comunidad. En este sentido, la mujer ha de alcanzar plenas posibilidades de acceder al conocimiento, de formarse. No en todas las sociedades se establecen las condiciones idóneas para que este hecho se produzca. Su cada vez mayor presencia en las aulas universitarias no se traduce en una equitativa ocupación de puestos relevantes y, por ende, mayores cotas de poder. Siempre teniendo en cuenta que el poder se ejerce, no sólo en los ámbitos políticos, económicos y laborales, sino también en el seno de su familia y de la sociedad donde se encuentra.
Motivo por el que se impone un reconocimiento del derecho a que mujeres y hombres vivan en una sociedad donde impere un tratamiento equitativo para la persona, con absoluta independencia al género que pertenezca. El derecho a la educación y a la adquisición de los conocimientos que precisa cualquier ser humano para desarrollar sus potenciales aptitudes, se ha de imponer a las tradiciones y costumbres que lo dificulten. En unas sociedades más y en otras menos, no acaba de producirse la deseada equidad educativa. Dos culturas y sociedades tan diferentes como la marroquí y la española, tienen un mismo frente en común, la equidad entre hombres y mujeres. Estimamos que el diálogo entre culturas puede ayudarnos a unos y a otros a superar nuestros problemas y a conseguir unas sociedades más justas.
En este sentido, la universidad ocupa un lugar irremplazable, por cuanto no es tan sólo una vía de transmisión de conocimientos concretos que se requieren para el ejercicio de una determinada profesión, sino que es el foro más adecuado y proclive a la recepción de nuevas ideas, de nuevas inquietudes y aspiraciones de cada sociedad.
En el contexto universitario donde nos movemos, podemos considerar que hemos de valorar y aumentar la importancia del papel que hoy en día asume la mujer en Marruecos y España. Sin que eso signifique dejar de reivindicar aquel que entendemos puede desempeñar en un futuro y que habrá de abarcar un espectro mucho más amplio, quizás entrando de lleno en puestos de responsabilidad y de gestión de los grandes recursos humanos y materiales.
Con el firme propósito de continuar nuestra andadura en pro de favorecer una mayor igualdad entre hombres y mujeres en diversas culturas, así como analizar los múltiples y variados problemas educativos que afectan a la educación de las mujeres en el ámbito universitario, decidimos organizar un congreso internacional donde los interesados en el tema puedan exponer sus reflexiones y puntos de vista. Estamos convencidos de que este encuentro servirá como un útil punto de referencia para todos los que de alguna manera estamos interesados en conocer otras perspectivas educativas desde el ámbito universitario.
La Educación Comparada está siguiendo un decidido rumbo que, sin lugar a dudas, le va a llevar a ocupar el importante lugar que le corresponde en el marco de las Ciencias de la Educación. Los estudios comparados pueden y deben jugar un importante papel en los análisis y discusiones previas a la toma de decisiones de carácter político-educativo. La enorme preocupación suscitada en ámbitos sociales marroquíes y españoles sobre la educación y los derechos de hombres y mujeres, es motivo más que suficiente para que, desde nuestro campo de actuación, profundicemos en un tema como este, de tan trascendental importancia para nuestra sociedad.
OBJETIVOS:
– Sensibilizar al profesorado universitario y demás miembros de la comunidad educativa acerca de la importancia que tiene la presencia de la mujer en los distintos órganos de Gobierno de la Universidad.
– Promover el empoderamiento de las profesoras universitarias españolas y marroquíes.
– Fomentar la participación femenina en la vida universitaria mediante la sensibilización y apoyo a las organizaciones que trabajen en este ámbito.
– Poner de manifiesto las repercusiones sociales y educativas que pudieran producirse en caso de la existencia de falta de representación y acceso a derechos y recursos.
– Coadyuvar al fomento y desarrollo de una comunidad universitaria más justa, donde hombres y mujeres tengan igualdad de derechos y deberes tanto a nivel teórico como a nivel práctico, tanto en Marruecos como en España.
Más información sobre este encuentro en la web http://congresomujer2016.jimdo.com/