La cinematografía Marruecos siempre ha contado con un floreciente sector de la exhibición, y desde principios de siglo XX ha tenido una intensa actividad cinematográfica gracias a rodajes internacionales que han permitido la construcción de laboratorios y estudios de rodaje.
La creación del Centro Cinematográfico Marroquí en 1944 fue el impulso que se necesitaba para la creación de los festivales de cine del país, entre ellos el Festival de Cine Mediterráneo, primero en Tánger y posteriormente en Tetuán, el festival Nacional de Cine de Rabat, el Festival Internacional de Cine de Marrakech y muchos otros de reconocido prestigio.
A pesar de las dificultades, algunos directores de cine marroquíes tienen ya una trayectoria internacional consolidada y otros comienzan a hacerse hueco en la industria de un país con una gran tradición cinematográfica. Su pasión por el séptimo arte es su mejor sello de presentación y lo que reconoce cualquier espectador que se instala ante la pantalla para dejarse llevar por la magia del cine.
También ha habido un incremento importante des directoras de cine que tratan de mostrar lo que ocurre en sus países de origen, con especial interés en el universo femenino. Cosmopolitas, bilingües y con experiencia, sus nombres cada vez tienen más peso en la industria y sus trabajos son reconocidos a nivel internacional.
La nueva ola de cineastas marroquíes han pasado a formar parte de una generación que tienen claro su objetivo y luchan por conseguirlo. El resultado es que los nombres de los principales directores y directoras ya resuenan a nivel mundial, con logros hasta ahora inimaginables.
Martes, 8 de noviembre, 20:30h
Ziyara. Simone Bitton. Bélgica-Marruecos, 2021, 99 min.
En Marruecos, “ziyara” (visita de los santos) es una práctica popular que siempre han compartido judíos y musulmanes. El documental es un viaje al país natal de Simone Bitton. Es una peregrinación cinematográfica en busca de lo que queda de la presencia judía en los paisajes, en las palabras y en el imaginario de Marruecos, donde la directora va al encuentro de los musulmanes guardianes de su memoria judía.
Actividad desarrollada con la financiación del Ayuntamiento de Sevilla en el marco del programa Sevilla, tierra de diversidad.