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Donald Trump

Si los cambios de liderazgo en la primera potencia mundial son tradicionalmente seguidos con gran interés a lo largo de todo Oriente Próximo, la llegada al poder en Estados Unidos de un personaje caracterizado por sus ideas al menos extravagantes ha provocado que muchos en la región aguarden su visión geoestratégica con las orejas erguidas. Las palabras de Donald Trump pronunciadas el pasado 20 de enero durante la ceremonia de inauguración en la que juró su cargo como 45º presidente de los Estados Unidos no han hecho sino acrecentar esta inquietud: “Reforzaremos viejas alianzas y formaremos algunas nuevas – y uniremos al mundo civilizado contra el terrorismo radical islámico que erradicaremos completamente de la faz de la tierra”. Como todos los presidentes norteamericanos desde los Padres Fundadores, Trump tendrá que desarrollar una estrategia política hacia Oriente Próximo, así como establecer las bases de la relación con las comunidades musulmanas tanto en el exterior como dentro de su propio país. Su promesa de bloquear de manera total y absoluta la entrada de musulmanes en Estados Unidos ha sido posteriormente sustituida por un vago “escrutinio extremo”, sin que nadie sepa aún en qué consistirá esa medida ni cuáles serán sus repercusiones. Otras declaraciones del nuevo presidente, o de su entorno, relativas a un posible traslado de la Embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén o a un potencial rechazo del acuerdo nuclear con Irán, firmado por la anterior Administración, han contribuido asimismo a crear un clima de incertidumbre y sombría expectación.

Durante la conocida en EEUU como ‘Primera Guerra del Golfo (1990-91), un dibujante español resumía la complejidad de las relaciones entre este país y los Estados árabes y musulmanes con palabras parecidas a éstas: ‘El problema de la coalición internacional –liderada por los Estados Unidos- es distinguir entre un honorable árabe aliado y un despreciable chacal del desierto”… Aunque cargada de exagerada sorna, la viñeta condensaba de manera efectista las sinuosidades de unos vínculos tan antiguos como intrincados. En esta entrega de ‘Reflexiones’ recogemos algunas lecturas que pueden servir para contextualizar la historia de estas relaciones desde sus orígenes, en un contexto en el que los indicios apuntan a una posible reevaluación de algunos de sus fundamentos.

En 1777 Marruecos es el primer país extranjero en reconocer la independencia de Estados Unidos, así como signatario del segundo tratado internacional firmado por el nuevo país. Desde entonces, “Encontrar el balance adecuado entre unas relaciones de poder amistosas y antagónicas con los actores de Oriente Medio ha supuesto un desafío para los líderes norteamericanos”, según el historiador Michael B. Oren, cuya obra Power, Faith and Fantasy. America in the Middle East, 1776 to the Present (W.W. Norton & Co., 2007) fue concebida con idea de cubrir un vacío ante la ausencia de un estudio accesible e integral centrado en analizar el contexto de estas relaciones.

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Michael B. Oren

Power, Faith and Fantasy traza un recorrido a través de los más de  230 años de contactos entre EEUU y Oriente Próximo, recurriendo principalmente a documentos diplomáticos desclasificados, correspondencia privada o testimonios de comerciantes, misioneros y viajeros. A lo largo de un relato tan absorbente como detallado, Oren intenta identificar los temas que han caracterizado esas relaciones a lo largo de la historia y que él identifica con tres conceptos fundamentales. El más ubicuo y tangible de ellos es el poder, entendido como la persecución de los intereses americanos en Oriente Próximo a través de diversos medios –militares, diplomáticos, financieros-, pero también como el empleo de ese poder para otros propósitos como la defensa de las minorías. El segundo gran tema es la fe y su papel en la conformación de las actitudes y políticas americanas hacia la región. Finalmente, la fantasía o la quimera –aunque quizás “imaginario” sería una traducción más apropiada en español-, la idea de un Próximo Oriente que ha cautivado a generaciones de americanos con sus representaciones de exotismo y sensualidad, amplificadas por los viajeros en el siglo XIX y, posteriormente, por las películas de Hollywood. Aunque estos temas han estado igualmente presentes en la interacción de otros países con Oriente Próximo, para Oren la persistencia de los mismos a lo largo de la historia en el caso de EEUU constituye un aspecto único.

Con esta estructura como marco, Oren divide su obra en siete capítulos. Los seis primeros exponen de manera pormenorizada los contactos entre las dos partes desde finales del siglo XVIII hasta mediados del XX. Ante la visión extendida entre muchos norteamericanos que sitúan la involucración de EEUU en la región en las inmediaciones de la Segunda Guerra Mundial y, especialmente, a partir de la creación del Estado de Israel, Oren ofrece una batería de datos que documentan los orígenes y los condicionantes de esos vínculos a lo largo de los años, demostrando su carácter multidimensional. El cometido divulgador de esta ambiciosa obra se ve reforzado por la incorporación de innumerables anécdotas y datos relevantes que componen el andamiaje de esas relaciones y que contribuyen al disfrute de su lectura. El capítulo dedicado a los primeros encuentros, por ejemplo, constituye uno de los más fascinantes de la obra. El EEUU confederado y postrevolucionario se enfrenta por primera vez a Oriente Próximo en el último cuarto del siglo XVIII, un periodo en que las arcas norteamericanas se ven forzadas a gastar una quinta parte de sus ingresos en sobornar a los piratas berberiscos. Éstos, establecidos en las regencias semiautónomas otomanas de Trípoli o Argelia, atacaban los barcos mercantes, atrapando su cargamento y tripulación como botín. El abordaje de barcos norteamericanos se hace cada vez más frecuente por cuanto el EEUU independiente ya no cuenta con la protección de la armada más importante del mundo. Oriente Próximo representa así el primer desafío internacional para la nueva nación, dependiente en gran medida del comercio internacional. Uno de esos intercambios comerciales consistía en el canje de ron de Nueva Inglaterra por opio turco. Para Oren, la “crisis de Berbería” planteó cuestiones fundamentales “sobre la naturaleza, identidad y viabilidad de los Estados Unidos”, hasta el punto de tener un impacto significativo en la unión de los Estados confederados para la creación de una Constitución y en la construcción de una fuerza naval norteamericana. Entre los ejemplos de la influencia de EEUU en la zona se encuentra la acuñación del término ‘Oriente Medio’ en 1902 por parte del oficial americano Alfred Mahan para reemplazar al comúnmente empleado ‘Oriente’. Mahan estaba convencido de que la potencia que controlara esa región controlaría el mundo.

La frase de la viñeta que citábamos al comienzo de este artículo se hacía eco asimismo de algunos de los estereotipos que han caracterizado el imaginario occidental y, por ende, norteamericano, sobre lo ‘oriental’, muchos de los cuales datan de la época del enfrentamiento con los piratas y de los relatos de los primeros viajeros, diplomáticos y misioneros de EEUU en la zona. “El fárrago de desinformación sobre Oriente Medio a la que están expuestos los americanos coloniales se refleja en el primer relato corto escrito en el Nuevo Mundo, una farsa titulada Father Bombo’s Pilgrimage to Mecca, escrita por Philip Freneau y Hugh Henry Brackenridge, en la que se plasmaba una imagen negativa del Islam. Otras crónicas representaban un Próximo Oriente a la vez amenazante y romántico. A finales del siglo XVIII más de cien obras sobre Oriente Próximo habían alcanzado EEUU, la mayor parte de las veces caracterizadas por una ausencia casi total de conocimiento real sobre la región. El séptimo y último capítulo de la obra de Oren se centra en los últimos 60 años de historia, desde la Guerra Fría hasta la segunda guerra de Iraq. Aunque la bibliografía sobre este periodo es ciertamente mucho más extensa, la información sobre el mismo se halla aún incompleta debido a que los documentos gubernamentales se encuentran clasificados. Esta parte del relato de Oren resulta por tanto más familiar, aunque sin duda de gran utilidad informativa para los lectores no avezados en el tema.

culturas_4_Estados-Unidos-324x430Con motivo de la elección de Barack H. Obama como Presidente de EEUU en el año 2009, la Fundación Tres Culturas dedicó un monográfico de su revista culturas a ‘Estados Unidos y Oriente Próximo’. Esta publicación constituye una de las escasas obras en español que intenta ofrecer una aproximación accesible e integral sobre este tema. El monográfico –que incluye una cronología básica sobre los eventos más relevantes que han marcado estos contactos en los siglos XX y XXI- contiene artículos de especialistas de todo el mundo analizando diferentes aspectos de estas relaciones. Entre otros, Henry Laurens, profesor de Historia Contemporánea del Mundo Árabe en el Collėge de France ofrece una detallada ‘Perspectiva Histórica’; Avi Shlaim, profesor de Relaciones Internacionales en la University of Oxford, analiza ‘La Administración George W. Bush, Iraq y Palestina’; Carmen López Alonso de la Universidad Complutense de Madrid se centra en las cruciales relaciones entre EEUU e Israel, mientras que el investigador principal para el Mediterráneo y Mundo Árabe del Real Instituto Elcano Haizam Amirah Fernández abarca los contactos históricos entre el país transatlántico y el Magreb y Aurėlia Mañé Estrada, profesora de Política Económica en la Universidad de Barcelona, nos acerca a la cuestión de ‘Las relaciones energéticas’. Con el actual cambio de presidencia en la jefatura del gobierno de los EEUU, dos artículos aparecen como especialmente relevantes. Por un lado, ‘Percepciones mutuas. Corsarios, misioneros y yihadistas’, del profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Alicante Ignacio Álvarez-Ossorio, estudia la construcción del imaginario recíproco desde la época de los piratas y la importancia en este contexto de la aparición a mediados del siglo XIX de traducciones al inglés de obras como Las Mil y  Una Noches por parte del explorador británico Richard Burton o de relatos de viajes como el cáustico y prejuicioso The Innocents Abroad de Mark Twain que se convirtió en un éxito editorial en su época. Finalmente, en ‘La América árabe. Un camino atribulado hacia la integración política’, el periodista de investigación Habib Battah analiza la composición, inquietudes y retos de las comunidades árabes residentes en EEUU y el impacto de las políticas hacia Oriente Próximo sobre las mismas. (El texto completo de este monográfico de la revista culturas puede consultarse en el siguiente enlace: http://revistaculturas.org/archivo/estados-unidos-y-oriente-proximo/).

Un esfuerzo elogioso en cuanto a su carácter divulgador es el representado por la novela gráfica firmada por Jean-Pierre Filiu y David. B.Los mejores enemigos. Una historia de las relaciones entre Estados Unidos y Oriente Medio (Norma Editorial, 2012 y 2015) de la que se han publicado hasta el momento dos volúmenes que resumen la trayectoria de esos contactos desde 1783 a 1984. En este caso, el talento artístico de David. B. -uno de los fundadores de la influyente L’Association y creador del premiado cómic Epiléptico (Ediciones Sinsentido, 2009)- se une a la erudición del prestigioso arabista e historiador Jean-Pierre Filiu, profesor universitario y diplomático de largo recorrido en la zona. A la prolífica trayectoria de la novela gráfica como herramienta para explicar Oriente Próximo -fenómeno que reseñamos en este espacio hace unos meses (http://www.tresculturas.org/noticia/reflexiones-comic-zeina-abirached/)-, se une esta innovadora iniciativa que se sirve del formato cómic para presentar una obra eminentemente histórica. Mediante viñetas magníficamente dibujadas y un texto claro y sucinto, este ensayo gráfico consigue resumir algunos de los episodios más importantes recogidos en la obra de Oren y constituye un estupendo acercamiento al tema para todo tipo de lectores.

La primera parte de la obra –que se extiende hasta 1953- comienza enlazando la epopeya de Gilgamesh con la invasión estadounidense de Iraq en 2003, trasmutando las declaraciones realizadas por el entonces presidente norteamericano George W. Bush y su Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, a los protagonistas de la leyenda sumeria. A pesar de la brevedad del volumen, los autores se preocupan de recalcar las múltiples facetas de las relaciones entre las dos partes, relatando por ejemplo las actividades de los misioneros cuyas redes controlaban 400 escuelas, 9 colegios, 9 hospitales, etc. en 1895. El capítulo denominado ‘Petróleo’ explica  el origen de la dinastía saudí, la fundación del único país del mundo que lleva el nombre de la dinastía reinante y el establecimiento del wahabismo como su ideología oficial. ‘Golpe de Estado’ se centra en las relaciones de Irán con EEUU, describiendo magistralmente la miríada de factores internacionales, geoestratégicos e internos que desembocaron en la orquestación por parte de este país del golpe que derrocó al primer ministro iraní Mohammed Mossadegh en 1953. El segundo volumen de la obra retoma el testigo desde esa fecha hasta 1984 con la retirada de las tropas de EEUU del Líbano, cubriendo eventos clave en la región como la Guerra de los Seis Días, los Acuerdos de Camp David o el papel de Oriente Próximo como escenario de la Guerra Fría. Capítulos como ‘La invasión de Afganistán’, donde se detalla la implicación de EEUU en ese conflicto y se analiza la gestación de los muyahidines como semilla de la posterior al-Qaida, convierten a esta obra en un libro de cabecera para cualquier estudioso de las relaciones internacionales contemporáneas.

En un contexto en el que el nuevo presidente de EEUU califica a países de la región como Irán de ‘enemigos estratégicos’, mientras la República Islámica recupera el espectro del ‘Gran Satán’ en su retórica, sólo cabe esperar que continúen saliendo a la luz este tipo de iniciativas que son, quizás más que nunca, verdaderamente necesarias.

Publicado el 27/01/17

Fotografía destacada de Donald Trump bajo licencia Creative Commons. Más información en el siguiente enlace. https://www.flickr.com/photos/gageskidmore/16652895246

Fotografía de Michael B. Oren bajo licencia Creativo Commons. Más información en el siguiente enlace.

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