Cuando ya se han cumplido seis meses desde que se decretara el Estado de alarma en España como consecuencia de la COVID-19, la Fundación Tres Culturas ha realizado un balance de las actividades realizadas durante este periodo, balance que arroja unos resultados más que satisfactorios: un centenar de propuestas en total, con dos etapas bien diferenciadas.

La primera de ellas corresponde a los meses del confinamiento y las distintas fases de la desescalada, justo antes de que comenzara la denominada “nueva normalidad”. Durante este tiempo, hasta el 23 de junio, la Fundación desplegó bajo el título ‘Tres culturas contigo’ una programación con 60 propuestas de cine, música, literatura, conferencias, exposiciones, una asesoría jurídica dirigida a inmigrantes y contenidos divulgativos para disfrutar en familia. Todo ello on line, a través de la web y nuestros perfiles en diversas redes sociales, grandes aliadas de esta institución para seguir pegados a nuestro público a pesar de las distancias impuestas.

Sin embargo, a partir del 23 de junio, la Fundación dio un salto en esta oferta con la llegada del programa ‘De vuelta a Tres Culturas’, que devolvía la actividad presencial al Pabellón Hassan II convirtiendo nuestra en referencia de la acción cultural post-confinamiento.

Durante esta etapa se han ofrecido 16 proyecciones cinematográficas y siete conciertos, dos de ellos en el marco de la Bienal de Flamenco de Sevilla, además de tres eventos literarios de máximo nivel y una nueva exposición. Todo ello ha congregado a más de 6.500 personas, que en cada convocatoria han respetado las normas de higiene, desinfección, uso de mascarilla, mantenimiento de distancias, etc., un público que ha abarrotado los Jardines Andaluces de la Fundación Tres Culturas para disfrutar de propuestas culturales al aire libre y de forma segura.

En paralelo, se han mantenido eventos on line como algunos coloquios y las citas del proyecto INTREPIDA plus con diversas empresarias de España y Portugal, que también han suscitado enorme interés.

Se trata, en suma de una programación híbrida, a medio camino entre la presencialidad y la virtualidad, que en vista de los buenos resultados alcanzados, nos invita a seguir avanzando en esta línea.