Encrucijada histórica entre las culturas de Oriente y Occidente y hogar de grandes civilizaciones, Turquía continúa jugando un papel esencial como espacio intermedio entre lo europeo y lo islámico.
La historia del cine turco hasta 1950 ha sido esporádica y desconocida. Algo más tarde la industria cinematográfica vivió una edad de oro en torno a la productora Yesilçam, de Estambul, que entre los cincuenta y los setenta desarrolló una gran producción de filmes de serie B, que compitió con las grandes producciones de Hollywood. Las cifras de estos años convirtieron a Turquía en el quinto productor mundial.
Actualmente, cineastas como Nuri Bilge Ceylan, Can Ulkay, Deniz Gamze Ergüven retratan las peculiaridades de la sociedad turca y la producción de teleseries, un género que ha tenido un gran impacto en el mercado internacional, plasma también problemáticas y tensiones sociales.
Martes, 19 de octubre, 20.30 h.
Mi padre y mi hijo. Çağan Irmak. Turquía, 2005, 108 min.
Sadik es un periodista que vive en el Estambul de los años 70, pese a que su padre hubiese querido que estudiara ingeniería agrícola para poder trabajar las tierras que tienen en su pequeño pueblo en la costa del Mar Egeo. Los problemas le obligarán a volver a su lugar de origen y a enfrentarse a su familia. Pero no irá solo, juntó a él viajará su hijo Deniz, quien conocerá por primera vez a su gran familia paterna.
Invitaciones en ESTE ENLACE a partir de las 12 h. del miércoles 6 de octubre.
Actividad desarrollada con la colaboración del Ayuntamiento de Sevilla.
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